martes, 19 de agosto de 2014

Alimentación adecuada mejora productividad escolar: IMSS





Acapulco, Gro. Agosto del 2014. Decaimiento, dificultad para concentrarse y mal humor pueden ser síntomas que presente un niño debido a la falta de una buena alimentación, impidiendo esto su adecuado desarrollo físico y mental, explicaron especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Guerrero.

A unos días de haber iniciado el ciclo escolar 2014-2015, los especialistas del Seguro Social, recordaron a los padres de familia sobre la importancia de que los niños tengan un buen desayuno, lo cual se verá reflejado en su productividad escolar y física.

El desayuno es la comida que se toma en la mañana después del ayuno nocturno; de ahí su nombre. Saltárselo tiene consecuencias, como decaimiento, dificultad para concentrarse y mal humor debido al déficit de glucosa –nuestro principal combustible energético–  que produce el ayuno, explicó la jefa de los Servicios de Prestaciones Médicas, María de Lourdes Carranza Bernal.

Detalló que la falta de glucosa obliga al cuerpo a hacer uso de otras reservas energéticas, lo que causa múltiples alteraciones en el funcionamiento del organismo. La capacidad de locución o expresión, de memoria, de creatividad y de resolución de problemas resultan particularmente afectadas.

Ante esto, el supervisor de Nutrición delegacional, Óscar rabadán García, reiteró la importancia de que las madres sepan la importancia de una buena alimentación, por lo que recomendó acudir a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) de su adscripción, y dirigirse a los módulos PrevenIMSS para recibir información sobre cómo elaborar adecuadamente los alimentos de los niños durante su estancia escolar.

Se considera que una buena primera comida en el día es un hábito alimentario que condiciona positivamente el estado físico, psíquico y nutricional no sólo de niños y adolescentes, sino de las personas de todas las edades sea cual sea su sexo, indicó Rabadán García.

El especialista mencionó que el desayuno es el alimento más importante del día, y que “no saltárselo” contribuye a mantener el peso ideal; por lo que los derechohabientes al repartir las calorías durante el día, en cuatro o cinco comidas, ayudan a no sobrecargar ninguna de ellas y evitan “picar” a deshoras, combatiendo con ello el padecer  sobrepeso u obesidad  y las enfermedades crónicas degenerativas, como la hipertensión y la diabetes.

Expresó que “la infancia es un periodo de gran variabilidad en los hábitos alimenticios y en la actividad física, lo cual puede marcar la diferencia entre una vida sana y el riesgo de sufrir enfermedades en años posteriores”.

En la alimentación del menor es recomendable el consumo diario de frijoles o lentejas; huevo, carne de res o hígado; cereales adicionados con hierro; espinacas, acelgas, verdolagas o brócoli, por su aporte de hierro. Establecer el hábito de consumir diariamente alguna fruta o verdura rica en vitamina C o en carotenos: mandarina, naranja, lima, toronja, guayaba, jitomate, melón, mango, durazno, zanahoria o betabel, de acuerdo con la estación.

Es importante habituar al niño a comer la fruta con cáscara o la verdura cruda, muy bien lavada. Estimular el consumo de agua sola o leche sola. Limitar el consumo de jugos, refrescos, aguas endulzadas, botanas pasteles y golosinas.

Ambos especialistas coincidieron en que los derechohabientes además de cuidar la alimentación, se inscriban en las diferentes actividades físicas que ofrece el IMSS para el mejoramiento de la calidad de vida, además de que acudan regularmente a los módulos PrevenIMSS ubicados en las unidades médicas en donde se les llevará un control específico del estado de su salud.


Agregaron que la sana alimentación forma parte de la estrategia nacional contra el sobrepeso y obesidad, Chécate, Mídete, Muévete, puesta en marcha por el  presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

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