miércoles, 26 de junio de 2013

Blog de historias



 Offir Damián Jaimes

Tuve la fortuna de tener grandes y buenos profesores, uno de ellos que me dio clases de topografía era un excelente profesor, además de la cátedra que impartía era un perito forense, así que siempre nos ponía a pensar en la solución de los problemas de su segunda profesión.

Creo que su objetivo, además de enseñarnos trigonometría y a usar el teodolito era enseñarnos a pensar, a razonar problemas.

Cuando iniciamos el semestre nos lanzó un reto, nos dijo que en el primer examen mensual quien fuera sorprendido con acordeones o cualquier treta para copiar sería reprobado todo el semestre y dijo que tenía mucha experiencia en descubrir a copiones.

Para compensar su decisión, dijo que en ese primer examen mensual, quien al final del examen no fuera sorprendido copiando, pero que le demostrara que sí había copiado le pondría 10 todo el semestre, entrara o no entrara a clases.

En verdad era un reto en ambas propuestas. En pleno examen, un compañero muy audaz le preguntó al profesor si podía comerse unas galletas saladas con un refresco y el profesor dio el visto bueno.

Cuando el examen concluyó, varios compañeros habían sido sorprendidos en las múltiples y diversas formas de copiar. El alumno de las galletas le preguntó al profesor si seguía en pie su propuesta que aquel que no fuera descubierto copiando le pondría un diez.

El profesor asintió y dio su palabra, el audaz compañero le dijo que había copiado y que no había sido descubierto. El profesor le preguntó de qué forma lo había hecho.

--Escribí las formulas en las galletas saladas y después de utilizarlas me las comí.

PRINCIPIANTES DE LA POLITICA, un viejo amigo, que fue mozo de oficio del Ayuntamiento de Tlapehuala me contó una historia que por más inverosímil que es, no deja de ser interesante.

Hace muchos años, el baile del 15 de agosto en este pueblo era a reventar y hasta el amanecer, un mar de gente que pagaba sus entradas y bebía todo lo que se ponía en las barras.

Por tal motivo, las ganancias en verdad eran muy buenas, no como lo es ahora. Cuenta el viejo amigo que por la madrugada, cuando los borrachos discutían en la plaza y los cargadores de los grupos musicales recogían toda su parafernalia, el encargado de cobrar las entradas tenía cinco cartones de cerveza llenos de billetes y monedas.

Aunque no había inseguridad, el problema era trasladar esos cinco cartones llenos de dinero a la casa del presidente municipal.

El encargado de cobrar las entradas cargó con dos y el mozo de oficio con tres. Con trabajos llegaron a la casa. Aún agitados por la caminata y la carga, me comentó el viejo amigo que la persona de confianza del presidente municipal le dijo: De este cartón de dinero, agarra todo lo que puedas con tus dos manos y es tuyo.

-¿Y qué hiciste? Le pregunté -Nada, agarré, lo que pude con dos dedos y le dije gracias, me dio pena que pensara que yo era un aprovechado-. Me contestó

USTED DEBE CONOCER A más de uno, al menos su servidor, no hace mucho conocí a don Lázaro Cárdenas de Santo Niño, quien ya falleció y fue papá del profesor Saturnino Cárdenas Gómez.

Pero los nombres de héroes y próceres se replican entre el pueblo, recientemente entablé amistad con don Benito Juárez de San Miguel Totolapan, a quien usted puede encontrar como auxiliar en la Secretaría General del Ayuntamiento.

También me hablaron de Don Porfirio Díaz que radica en Las Tinajas y don Venustiano Carranza vecino de San Antonio de la Gavia, ambas comunidades de este mismo municipio, y usted ¿a quién conoce que lleve  tan grandes nombres?

UN LIBRO que recomiendan para quienes les interesa la política es “365 días para conocer la historia de México” de Alejandro Rosas Robles y este no se encuentra gratis en el Internet, pero le aseguro que es una gran adquisición.

Soy Offir Damián y les deseo un excelente día. Me despido con una frase del hombre que aparece su rostro en el billete de cien dólares: “Vacía tu bolsillo en tu mente, y tu mente llenará tu bolsillo”, Benjamín Franklin.


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