miércoles, 21 de noviembre de 2012

Campo guerrerense requiere de mil 600 millones de pesos


Julio Ayala/NOTYMÁS
Chilpancingo, Gro., noviembre  de 2012 (NOTYMAS). Tras señalar que la atención del campo es fundamental, porque en éste radica la estabilidad política y social del estado, el diputado local Evencio Romero Sotelo señaló que se requieren mil 600 millones de pesos para atender y dar solución a las demandas de los campesinos guerrerenses.

Y es que señaló que “si no se le invierte al campo se corre el riesgo de un levantamiento social”, de ahí que independientemente de la prioridad que se tiene en el actual gobierno del estado, se requieren muchos más recursos para atender y resolver las demandas de los campesinos.

Romero Sotelo reconoció la voluntad del gobernador Ángel Aguirre Rivero de incrementar la propuesta de presupuesto en el 2013 para el campo guerrerense, pues de 270 millones de pesos que se ejercen actualmente, para el año próximo propuso una partida de 322 millones.

Sin embargo, puntualizó que “creemos que no es suficiente, y nosotros queremos incrementarlo a 400 millones de pesos para que la Federación, de acuerdo al Convenio de coordinación, aporte 3 veces más, es decir, mil 200 millones, que con los 400 nuestros se haga una bolsa de mil 600 millones”.

Dijo que con estos recursos se pondrían las bases para que en Guerrero se arraiguen los campesinos “que desgraciadamente emigran cada año, como es el caso de los jornaleros agrícolas”, que según estimaciones de diversas organizaciones sociales son un promedio de 40 mil.

Fue aquí donde Romero Sotelo, también dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias del estado, criticó a las organizaciones sociales, como la que encabeza Abel Barrera, Tlachinollan, de quien dijo “sólo trabajan mediáticamente, en los medios”, pero nada hacen y buscan alternativas para arraigar en su tierra a los jornaleros agrícolas.

“Sólo critican y critican pero nada hacen”, puntualizó el diputado local por el Partido Movimiento Ciudadano, quien dijo que estas organizaciones ni siquiera se preocupan por mejorar las condiciones en las que los jornaleros agrícolas se van a trabajar a los estados del norte del país.

“¿Qué hacen los defensores, entre comillas, de derechos humanos como Tlachinollan? Esa es mi pregunta, para evitar esto”, agregó. (NOTYMÁS)

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