viernes, 17 de agosto de 2012

Llamado a la reflexión



Del Director

La vida humana es un don sagrado que nadie tiene derecho a  truncarla sino es la propia  naturaleza, cuando aquel ser humano, haya cumplido su ciclo que la misma madre tierra le otorga..

Actualmente estàn sucediendo cosas que contravienen los ordenamientos, como lo establecen las sagradas escrituras, porque sin motivo alguno se truncan vida de seres queridos o se les priva de la libertad, por algún fin econòmico o para cobrar rencillas personales, que para el caso da lo mismo.

En Acapulco y en la Costa Grande, se ha puesto en pràctica este mal social que enluta a familias completa o dan motivos para la desintegración familiar, como ocurre en las diversas esferas sociales de quienes lo practican o son victimas de quienes por ignorancia o con pleno conocimiento, son adictos a las emociones fuertes, aùn cuando el pasatiempo sea contra el dolor humano de alguien que puede ser padre, hijo o hermano, en ocasiones que nada tienen que ver, cuando son victimas de algún suceso sangriento sin ser participante directo.

Decimos lo anterior, porque los representantes catolicos y los diversos sectores de la sociedad, vienen exigiendo  clemencia para que tanto los asesinatos y  secuestros terminen y se recomponga el tejido social que en nuestro estado y en el paìs, se ha deteriorado por tantos hechos de sangre y privación de la libertad, , ocurrido en los ùltimos dìas.

En este Mèxico de contrastes  cada quien es libre de actuar como mejor le convenga siempre que no viole los ordenamientos que la misma ley impone, pero porquè no hacer un alto a la REFLEXIÒN  y pasar un minuto de lo negativo a lo positivo, siempre pensando en el bien de los demàs.

Hay muchos padres de familias, hijos y demàs parientes que por estas circunstancias han pasado a mejor vida. Otros, privados de la libertad, esperando que un milagro los salve, porque aunque posean bienes materiales, en ocasiones les es difícil recurrir a la venta de estos para cumplir sus exigencias, aùn cuando tengan que malbaratar lo que con tanto sacrificio han acumulado toda la vida.

Ojalà y nuestros  comentarios sirvan de algo para influir en la conciencia  de quienes aùn no llegan al arrepentimiento y retomen el verdadero camino  de la felicidad, que es vivir bien con quienes nos rodean y consigo mismo.

Todos somos seres humanos que venimos al mundo para servir a los demàs, hasta aquellos que se han apartado de la ley y de la justicia divina. Todos tenemos derecho a la vida, pero llegando al arrepentimiento, cuando nuestras acciones, ofenden a la sociedad y violentan el entorno en que nos desenvolvemos.   

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